top of page

La tentación de la certidumbre.

  • Foto del escritor: Romina Turconi
    Romina Turconi
  • 23 sept 2016
  • 3 Min. de lectura



Tiempo atrás, mientras me desprendía de algunas armaduras, empecé a distinguir en mi misma las consecuencias del apego a estructuras, a ideas – unas tantas de ellas ni siquiera eran propias, a preconceptos, al tiempo, incluso a ciertas relaciones. Una necesidad absoluta de control y certezas que además de brindarme una aparente seguridad proyectada, sobre la que caminé durante muchos años, me regalaba el sentimiento de clonación de alguien que vive como si no fuera sí mismo.


Estudiar, tener un título universitario, tener trabajo, tener pareja, un poco de diversión en el medio como para desdramatizar la escalera del éxito. E internamente, escalón tras escalón, me sentía repleta de tener y vacía de sentir.


Tolle preguntaría, ¿Puedes sentir que hay algo en ti que está en guerra abierta, algo que se siente amenazado y quiere sobrevivir a toda costa, que necesita el drama con el fin de afirmar tu identidad como el personaje victorioso de esa producción teatral? ¿Puedes sentir que hay algo en ti que preferiría tener la razón que estar en paz? Y yo que me sentía estar en medio de una profunda y sangrienta guerra entre mi cabeza, mi emoción, mi intuición y mi ego. ¿Una guerra conmigo misma? Vencedores y vencidos, todos alcanzarían el mismo resultado. En este escenario, la única vencedora o vencida, que aún luchaba por mantenerse en pie era mi coherencia, y junto a ella sus dominios primarios, mi completo ser: mi mente, mi emoción y mi cuerpo.


¿A dónde me estaba llevando este mecanismo ilusorio de estabilidad y control? ¿Qué lograba activando este mecanismo de previsibilidad ordenada? ¿Qué imagen pública quería construir a partir de la negación de aspectos vitales de mi yo interior? Relaciones corrompidas, angustia, disfrute superficial, logros banales, exigencia desmedida, ausencia de registro consciente del otro. El apego como origen del sufrimiento, del miedo, de la culpa, de la inmovilidad devenida del saber irreflexivo.


Fue mientras me desprendía de esas armaduras que mi coach me preguntó, ¿cómo te relacionas hoy con lo incierto? Pregunta que recibida desde el lugar donde la recibí, desnuda en emoción, vulnerable, en guardia baja, con la mente en blanco y el alma plena, se transformó en una de las llaves que necesitaba para descubrir qué me faltaba para salir de esa zona tan insatisfactoria y silenciosamente corrosiva aunque sumamente conocida (ya sabemos de dónde puede venir la famosa y, a mi juicio, inmovilizante frase “más vale malo conocido que bueno por conocer”) y por lo menos habitable. ¿Miedos? De los más variados y creativos! Miedo a perder, a transitar a ciegas, a no saber, a no lograr, a no poder, a que no me gustara lo que por ahí encontrara... ¿Cuantos NO cuentan? Y puedo seguir... El surgimiento de la tentación a permanecer en lo conocido, en lo dominado, en lo previsible, en lo repetitivo. No era tan fácil abandonar ese mundo construido con tanto esfuerzo, repleto de certezas, de saberes, en el que todo cabía en un espacio, un tiempo, un sujeto y un predicado, incluso la responsabilidad de que algo no saliera como yo esperaba.


¿Cómo te relacionas hoy con lo incierto? Mi llave, mi confianza. Confianza en mí misma, en mi ser, en mi intuición, en mis deseos más primitivos. No en aquel “control seguro” que creía tener y a través del que ahogaba situaciones, a unos cuantos otros, a mí misma. El reconocimiento de todo lo que había aprendido en ese espacio seguro, de aquellas herramientas, de esas versiones de mi misma que sí construí efectivamente en ese mundo… Y que hoy quiero que me acompañen. Explorar fuera de mi zona confortable, no significa abandonarla, deslegitimarla, sino expandirla, expandir mi ser. Elegir cuando y para qué quiero visitarla, y cuando quiero salir de ella.


Escribiendo esta reflexión me sentí inmovilizada durante días. ¿A qué seguía apegada? A juicios personales sobre mi capacidad, sobre lo que puedo ofrecer, la zona confortable de repente comenzó a sentirse más presente, ejerciendo una fuerza opuesta cada vez más intensa. ¿Y mi compromiso? En justificar por qué no estaba avanzando… El arte de la mente, uno de los tantos que posee, inventar historias constantemente y muy verosímiles por cierto. Sentir que el apego me esclaviza, me ancla, me vuelve poco flexible, me conforma, que en algún capítulo anterior de mi vida, me ha solidificado a tal punto de empezar a quebrarme por dentro.


El desapego, como la cadencia del mar, como ese infinito movimiento que va y que viene: soltar y agarrar, vaciar y llenar, despedir y recibir, inhalar y exhalar, aceptar y elegir, perder y encontrar, transformar y fluir.


Hoy lo reconozco, hoy me atrevo, hoy puedo, hoy siento y soy. Hoy elijo cerrar algunos capítulos, soltar batallas, fluir en conciencia. Creo que el desapego no implica desinterés o egocentrismo, sino amar en libertad, disfrutar sin posesión, conocimiento sin saber, explorar en plenitud, descubrir sin esperar.

El título de la entrada es tomado del trabajo de Humberto Maturana (filósofo, biólogo, epistemólogo chileno). Programa "La belleza del pensar" https://www.youtube.com/watch?v=ElvGUSpD3rs&feature=youtu.be


 
 
 

Comments


 KAIROS MANIFIESTO: 

 

Espacio de reflexión, creativo, de trabajo personal y re-conexión. Conversaciones de coaching personal y profesional (presencial u online), dinámicas de grupos, talleres corporales, encuentros de meditación.

El coaching ontológico es un proceso creativo, reflexivo, transformacional, de aprendizaje que te permite ampliar la capacidad efectiva de acción a través del cambio de observador que hoy estas siendo respecto a una situación. Es por esto, que decimos que trabajamos sobre el ser, sobre quien estás siendo hoy y quien queres ser.

Kairos - "Tiempo sin tiempo".

El momento adecuado en que somos concientes, preparados para vivir plenos, en sincronía, inspirados, presentes aquí y ahora, coherentes y alineados en lenguaje, cuerpo y emoción. 

 POSTS RECIENTES: 

© 2023 by The Artifact. Proudly created with Wix.com

  • Facebook B&W
  • Twitter B&W
  • Instagram B&W
bottom of page